Sunday, February 2, 2014

La doncella del danubio azul (Short story- The Blue Danube Maiden- spanish version )

illustration by Erin Wilson


Parecía que fuese ayer cuando dos extraños se dejaron llevar por las energías de la lujuria y la curiosidad.


Quién era ese apuesto chico de ojos saltones, pelo oscuro y magnifico semblante.
Quién era esa chica de ágiles y seductores movimientos, dueña de tan misteriosa fuerza de atracción.


Parecía que fuese ayer cuando con sutiles acercamientos, solos quedaron. 

No hubo tiempo para introducciones, no hubo tiempo para cortejos, ella solo estaba de paso, debía regresar a viena al amanecer, junto con sus celestinas.

En otro tiempo se hubiese arrojado al mar del hedonismo que cata por sus arterias, pero algo vio en el, algo más.

Parecía que fuese ayer cuando quedaron de verse: Será el 13 de mayo de aquel 1874 cuando me dedicaras una pieza a las 9 en punto, espérame en la pista, mi doncella.

Ambos sabían de que hablaban, era aquella fiesta Real, día de regocijo para los burgueses, una excusa para abrir los mas finos vinos, y de usar los mas estruendosos y aparatosos vestidos de toda austria.

“Allí te veré mi príncipe encantador” frase que se precipitó y reboso sus labios caramelo.

Parecía  que fuese ayer cuando el la espero en aquella carroza a una esquina de su hogar, pues era un secreto su re-encuentro.

Se abalanzaron a la fiesta, y se separaron, nadie entendió porqué, y eso a ella no le preocupó pues sabia, que las 9 su encantador príncipe la rescataría de aquellas conversaciones burocráticas vacías, aquellas viejas pasadas de ethanol.

Parecía que fuese ayer cuando ella se encontraba en el medio del salón mirando hacia el frente y esperando, En todo el salón retumbo aquel reloj dando las 9 de aquella fría noche y seguido de esto, sonó El bello danubio azul, su favorito.

Es cuando pensó que todo seria perfecto, y con una hermosa sonrisa y ansiedad en sus manos, seguía parada en aquel mismo medio, de aquel mismo salón, con aquellas mismas esperanzas que tiene un niño la noche de navidad.


Las personas danzaban alrededor de ella, murmuraban y se preguntaban, que hacia sola allí, y esa sonrisa fue menguando, aun cuando peleaba para que no fuera así, entra las multitudes, divisa por fin a su príncipe encantador, y ella se llena de esperanzas una vez mas, pero su vals preferido ha llegado a su final, después de varios codes, los cuales pasó por alto.

En aquel mismo momento parecía que fuese ayer cuando la imagen de su príncipe se desmoronaba al comienzo del siguiente vals, pues su encantador amor estaba ocupado desatando sus lujuriosos deseos con una meretriz encubierta.

"Que el diablo se lleve el dichoso vals"  fueron las palabras de aquella joven, que se alejaba de tal escena, con lágrimas precipitándose a esos ojos almendrados llenos de sueños.



  By Inegray



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